El corazón es un órgano vital del cuerpo humano y de otros vertebrados que desempeña un papel fundamental en el sistema circulatorio. Su función principal es bombear sangre a través de todo el cuerpo, lo que asegura que los tejidos y órganos reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para su funcionamiento y eliminen los productos de desecho, como el dióxido de carbono.
FUNCIONES:
Bombeo de sangre: La función principal del corazón es bombear sangre para hacer circular oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo. El corazón actúa como una bomba muscular que impulsa la sangre a través de todo el sistema circulatorio.
Circulación pulmonar: El corazón envía sangre desoxigenada a los pulmones a través de la arteria pulmonar. En los pulmones, la sangre se oxigena al eliminar el dióxido de carbono y captar oxígeno del aire que se respira.
Circulación sistémica: La sangre oxigenada regresa al corazón y es bombeada hacia el resto del cuerpo a través de la arteria aorta. Esto permite que los tejidos y órganos reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para su funcionamiento adecuado.
Regulación del flujo sanguíneo: El corazón regula el flujo sanguíneo para satisfacer las demandas cambiantes del cuerpo. Durante el ejercicio u otras situaciones en las que se necesita un mayor suministro de oxígeno, el corazón late más rápido y con mayor fuerza para aumentar el flujo sanguíneo.
Mantenimiento de la presión arterial: El corazón contribuye a mantener la presión arterial adecuada para asegurar que la sangre circule eficazmente por todo el cuerpo y llegue a los tejidos periféricos.
Transporte de hormonas: El corazón también transporta hormonas y otras sustancias químicas a través de la sangre para coordinar diversas funciones del cuerpo.
Eliminación de productos de desecho: A medida que la sangre circula, el corazón recoge el dióxido de carbono y otros productos de desecho del metabolismo celular y los lleva hacia los pulmones para su eliminación.
Formación de la sangre: El corazón tiene un papel en la formación de células sanguíneas durante el desarrollo embrionario temprano, aunque esta función disminuye en importancia a medida que el cuerpo madura.
Protección contra infecciones: La sangre transportada por el corazón también contiene células del sistema inmunológico que ayudan a defender el cuerpo contra infecciones y enfermedades.
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